Primeros dientes en los niños: la dentición infantil

La aparición de los primeros dientes en el niño suele comenzar a los seis u ocho meses, aunque puede retrasarse hasta el primer cumpleaños o, por el contrario, adelantarse a unos escasos tres meses de vida. De hecho, la dentición infantil o primaria empieza ya a desarrollarse en el vientre de la madre, durante el período embrionario. Estos primeros dientes empezarán a caerse en torno a los seis años de vida, y serán sustituidos paulatinamente por las piezas definitivas en un proceso que se prolongará, en la mayoría de casos, hasta los doce años de edad. Los dientes definitivos serán más grandes y más amarillos, ya que tienen una capa mayor de dentina. Por eso a estos primeros dientes más blancos se les llama dientes de leche.

Primeros dientes. Dentición infantil o primaria

Los primeros dientes que aparecen en primer lugar son, generalmente, los incisivos frontales inferiores; después salen los superiores, y los incisivos laterales. Más tarde, entre los doce y los dieciocho meses de edad, hacen aparición las primeras muelas. Antes de que el niño cumpla los dos años saldrán los caninos, y entre los dos años y los dos años y medio las segundas muelas. Es a esta edad cuando la mayoría de niños acaban su dentición infantil o primaria, aunque el patrón temporal y el orden de aparición de las piezas es muy variable. Un retraso general, por ejemplo, no suele ser grave, aunque requiere de la vigilancia del especialista. Un adelanto tampoco es preocupante, pero hay que estar atentos a la aparición de caries y acentuar los cuidados.

La dentición causa dolor al bebé. Aunque en algunos casos se trata de molestias muy leves, para otros niños parece ser un proceso muy doloroso. Los expertos aún debaten qué síntomas pueden achacarse con seguridad a la aparición de los primeros dientes, aunque parece haber consenso en que la mayoría de bebés experimentarán un continuo deseo de morder, mayor salivación e inflamación de las encías. La fiebre, pérdida del apetito o incluso unas caquitas más blandas de lo habitual son síntomas menos frecuentes y que muchos especialistas se resisten a asociar a la dentición. Para aliviar al bebé podemos utilizar mordedores, geles o paños fríos, masajear sus encías o darle alimentos refrigerados. La utilización de calmantes o pomadas es menos recomendable y debe restringirse a los casos más extremos y contar siempre con la supervisión del pediatra.

Aunque algunos colegios realizan controles más tempranos y los protocolos difieren dependiendo de la comunidad autónoma donde vivamos, por lo general, nuestro pediatra nos remitirá a la primera revisión dental cuando aparezcan las primeras muelas definitivas, alrededor de los seis años. Sin embargo, es recomendable visitar al odontólogo alrededor del primer año de edad. De hecho, cuanto antes empecemos a contar con asesoramiento especializado tanto mejor, ya que todos los cuidados que reciban los dientes provisionales del niño repercutirán en una mejor salud de las piezas definitivas.

Conviene, por ejemplo, prestar atención ante una pérdida prematura, ya que puede producir movimiento en las piezas contiguas. También se debe empastar las piezas con caries, aunque sean temporales, si no lo hacemos, la caries podría afectar rápidamente al tejido nervioso, ya que avanza con mayor rapidez que en los dientes definitivos. Y, por supuesto, la higiene bucal debe fomentarse cuanto antes, ya que nos permitirá generar unos hábitos saludables en nuestros hijos.

Para cualquier duda sobre la dentición infantil, no dude en consultar a los expertos en odontología infantil de Centro Odontológico Doctor Puchol.

Deja tu consulta sobre "Primeros dientes en los niños: la dentición infantil"