Como cuidar los dientes de leche
Los humanos desarrollan dos denticiones durante su vida, siendo la primera de ella la que se conoce popularmente como dientes de leche. Estos dientes de leche aparecen entre los seis meses y los dos años y medio de vida, son piezas temporales y se componen de ocho incisivos, cuatro caninos y ocho molares. Esta primera dentición es muy importante para el desarrollo del niño, pues contribuye al desarrollo del lenguaje, a la masticación durante los primeros años, así como a la alineación de la dentadura definitiva, por lo que es muy importante su cuidado para conseguir una buena salud bucodental en la etapa adulta.
El esmalte y la dentina de los dientes de leche son muy finos, por lo que son más vulnerables. Por eso, es fundamental que desde el momento en que sale el primer diente, se inicie la higiene bucal del bebé, ya que estas piezas también tienen riesgo de sufrir caries y la prevención es vital. Es imprescindible que los niños adquieran rutinas de higiene, consuman alimentos sanos (evitando los excesivamente azucarados) y se visite al dentista para que revise el desarrollo dental. De esta forma, se previene la aparición de problemas bucales y de caries en la adolescencia.
Cuidados de los dientes de leche, higiene bucal desde la infancia
La rutina diaria de limpieza bucal es imprescindible para mantener unos dientes fuertes y sanos. Lo recomendable es cepillarle los dientes después de cada comida, pero si no se puede, al menos por la mañana y por la noche, antes de acostarse.
Al principio debe ser la madre o el padre quien pase por las encías del bebé el dedo con un paño limpio humedecido en agua o suero. A medida que la dentición se complete (aproximadamente a los 3 años) se introducirá un cepillo muy blando y pequeño, para no dañar las encías. A este se le puede añadir un poco de dentífrico que no debe contener flúor, ya que su ingesta puede producir fluorosis dental, una enfermedad que interfiere en la formación del esmalte. Se aconseja hacerlo horizontalmente, cepillando las superficies dentales (caras internas y externas) con movimientos horizontales muy cortos (de atrás hacia delante) y con una suave presión para eliminar los restos de alimentos. A partir de los tres años es recomendable que sea el niño quien comience a cepillarse sólo.
La primera visita al dentista
Se aconseja acudir por primera vez al odontólogo cuando aparecen los primeros dientes, o como muy tarde al terminar la dentición de leche. Esta revisión tiene como objetivo estudiar la boca del bebé y comprobar que no exista ningún problema dental. Además, en la cita, el dentista informará a los padres sobre la importancia de la higiene oral, así como de establecer unos hábitos de limpieza que deberá conservar durante toda su vida.
